Thursday, February 7, 2013

Hay que abrirse no mas...

La Poncia: Volvieron casi de día. Paca la Roseta traía el pelo suelto y una corona de flores en la cabeza.
Bernarda: Es la única mujer mala que tenemos en el pueblo.
La Poncia: Porque no es de aquí.  Es de muy lejos.  Y los que fueron con ella son también  de forasteros.  Los hombres de aquí no son capaces de eso.
                                        La Casa de Bernarda Alba, Federico García Lorca

Este acto es llena de muchos símbolos.  El blanco, el silencio, encerradas, la casa es un cárcel.  Es un lugar donde no están toleradas cosas extranjeras ni ideas nuevas.  Solamente las cosas agradables a Bernarda son aceptables dentro las paredes de su casa (quiero decir hogar pero me parece que no tenga los requisitos por ser un hogar por lo frío que es).

En estas lineas es obvio que Bernarda y las personas dentro su casa, creen que las personas que son de afuera son la únicas que sean malas.  O sea, que solamente las personas malas pueden ser de afuera. 

Muchas veces juzgamos así.  Diariamente escucho alguién decir “they are so weird.”  Siempre pienso “but what is normal?”  ¿Hay algo “normal?”

Por ejemplo, en la cultura mormona es muy, muy común vestirse como mújer de camisa con mangas, y los hombres de pelo corto con poco pelo de la cara.  Y cuando alguién se mete entre nosotros con una camisa sin mangas, o con muchísimo pelo en la cara o con pelo largo.  Y ¿qué pensamos nosotros?  pensamos que son diferentes de nosotros.  Quizás no son the Utah o quizás que no tengan un testimonio (¡qué ignorantes!).

Digo esto por experiencia propia.

En realidad son personas que quizás sí tengan un testimonio fuertísimo o sí son de Utah.

Así que aquí Lorca nos está mostrando de que esto pasa y que es algo poco raro.  Aprendemos algo bueno, y a veces olvidamos de la importancia de aprender de lo de afuera.  Aunque alguien no tenga nuestras creencias, ni nuestro estilo de vestirse, podemos aprender algo de todos.  Cada persona tiene cualidades muy buenas, y también tiene debilidades.  Podemos aprender de los dos.  No hay que encerrarnos en un ambiante blanco, sin diversidad, porque nos encontraremos un día lejos de ser la mejor persona que pudiéramos haber sido.  Descubriremos que perdimos muchas oportunidades de aprender.

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