Se quedó con la túnica
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Vino, primero, pura -Juan Ramón Jiménez
de su inocencia antigua.
Creí de nuevo en ella.
Vino, primero, pura -Juan Ramón Jiménez
Este poema es un poema muy interesante para mí. Es obvio que habla de un amor. Hay tantas circunstancias donde parecen muchas cosas obvias de que habla de una amante. Pero, también pensé en otra forma de pensar en esta poema.
La palabra vino. ¿Qué significa? Significa “wine“ también, ¿no? Cuando me di cuenta de esto, leí todo el poema de vuelta pensando así. También pensé que tiene muchísimo sentido al pensar en el poema así.
Hay muchas personas que comparan el amor con el alcohol y no creo que sean las primeras. Aun en el antiguo testamento hablan del amor junto con el vino, “ ¡Cuánto mejores que el vino tus amores!“ (Cantares de Solomón 4:10).
Sí use con propósito los Cantares de Solomón. :)
Y ¿por qué son tan parecidas? Porque el alcohol hace sentir a las personas que la tomen, que estén felices (de verdad porque los endorphins salen al tomar). ¿Y cuándo más se aparecen los endorphins? Al ejercer, y... al estar con alguien que amamos. También al tomar mucho, se va la inteligencia, y también al enamorarnos. ¡Todo lógico se va! Por eso tantas personas, antiguas y modernas, hablan de cómo el vino se parece al amor.
Bueno, en esta estrofa del poema, habla de tomar de vuelta la “túnica de su inocencia antigua“. Hay muchas ejemplos en las vidas de personas que no se pueden dejar el vino (o alcohol) porque ya tienen una addición. Se sienten tan bien al tomar que ya no tienen la fuerza ni se sienten feliz a no tomar, y por eso vuelven siempre.
Y ¿no pasa algo parecido con relaciones de amor? Al principo son inocentes, y después puede llegar un momento donde odia a este amante. Pero, por los muchos momentos buenísimos vuelven a este “amor“ y parece tener esta túnica de inocencia de vuelta. Vuelven porque creen que esta vez, va a ser mejor.
Bueno, en esta estrofa del poema, habla de tomar de vuelta la “túnica de su inocencia antigua“. Hay muchas ejemplos en las vidas de personas que no se pueden dejar el vino (o alcohol) porque ya tienen una addición. Se sienten tan bien al tomar que ya no tienen la fuerza ni se sienten feliz a no tomar, y por eso vuelven siempre.
Y ¿no pasa algo parecido con relaciones de amor? Al principo son inocentes, y después puede llegar un momento donde odia a este amante. Pero, por los muchos momentos buenísimos vuelven a este “amor“ y parece tener esta túnica de inocencia de vuelta. Vuelven porque creen que esta vez, va a ser mejor.